Regalar una orquídea no es sólo una sorpresa sofisticada para celebrar a alguien que ama las plantas, también es un regalo que puede durar mucho tiempo. Las orquídeas florecerán muchas veces durante su vida si se mantienen en buenas condiciones. Por delicadas y complejas que puedan parecer estas maravillosas plantas, es bueno saber que algunas precauciones son suficientes para hacerlas florecer nuevamente.
Estos son nuestros consejos para asegurarse de que sus orquídeas vuelvan a florecer:
Mantenga la planta en una maceta de plástico transparente.
Mantener las raíces de las orquídeas en una maceta o recipiente transparente es un punto subestimado por muchas personas, pero es una táctica importante. Hay varias razones para esto:
En primer lugar, el recipiente de plástico facilita la inspección de las raíces en busca de crecimiento excesivo y plagas, y al mismo tiempo resulta útil para comprobar su salud general. Sin embargo, la razón principal es que la maceta transparente permite que las raíces queden expuestas al sol para que puedan obtener la nutrición que necesitan. La maceta de plástico siempre se puede colocar dentro de una maceta decorativa más grande para embellecer aún más la planta.
Utilice únicamente astillas de corteza en lugar de tierra para macetas.
Las orquídeas crecen espontáneamente en las zonas pantanosas de los bosques tropicales. Por tanto, lo mejor sería intentar mantener la planta en un entorno que reproduzca estas condiciones. Si bien las astillas de corteza no retienen tanta agua como la tierra para macetas normal, tienen la ventaja de absorber toda la humedad que necesitan las raíces. Su naturaleza móvil les da a las raíces el espacio que necesitan para prosperar.
Sumergir la planta en agua para regar.
Si riegas las orquídeas con el mismo tipo de regadera que usas para otras plantas, fácilmente puedes regar las raíces en exceso o en defecto. Las raíces de las orquídeas necesitan agua en todas partes y solo después de que se hayan secado por completo tras el último riego. Como ocurre con las tormentas tropicales a las que están acostumbrados, que inundan el suelo. En general, debes regar la planta aproximadamente una vez a la semana, o un poco menos, dependiendo de la estación y de lo seca que esté.
Drene el exceso de agua
Este punto es de fundamental importancia. Las orquídeas necesitan suficiente agua para crecer en el medio de cultivo, pero no deben permanecer sumergidas después del riego. Asegúrate de escurrir el exceso de agua de la maceta tanto como sea posible para que las orquídeas no queden en el agua después del remojo.
Corta el tallo hasta el tercer ojo después de que las flores hayan caído.
Una vez que las orquídeas te hayan encantado con sus flores y en cuanto hayan caído de forma natural, procede a la poda. Para conseguir que la planta siga creciendo es importante asegurarse de que no desperdicie energía en ramas secas, por lo que una pequeña poda ayudará a que reinicie el proceso de floración. Para asegurarte de no cortar demasiado, revisa los “ojos”, esas pequeñas muescas redondas en el tallo, y corta los tallos hasta el tercer “ojo” desde abajo.
Como puedes ver, las orquídeas no tardan mucho en durar. Si sigues estos consejos, podrás disfrutar de la elegancia de tu orquídea durante meses y meses. No olvides compartir este mensaje con la persona especial a la que le envías las orquídeas para que pueda disfrutarlas por más tiempo.